martes, 14 de junio de 2011

Que no venga a ti mi reino, de Pilar Sanabria Cañete





Que no venga a mí tu reino es uno de los últimos poemarios publicados de la poeta Pilar Sanabria Cañete, editado en la colección Manantial por la Delegación de Cultura del Excmo. Ayuntamiento de Priego de Córdoba. Se trata de un excelente y denso poemario en donde Pilar Sanabria vuelve a dejarnos sin respiración en cada verso del libro, ya que su escritura poética busca constantemente el extremo de las emociones y los sentimientos. Los poemas vibran en un tono de profundidad permanentemente, y a veces una cierta enajenación acompaña a la idea de saber que la vida no tiene sentido si no es en la imaginación. Por eso es ahí donde Pilar se vuelca porque quiere lograr la magia de capturar algo nuevo en cada poema. Y lo consigue, puesto que su poesía está llena de metáforas e imágenes inesperadas que hacen al lector entrar en la espiral del carrusel de feria. Hay momentos frenéticos que te hacen comprender que la vida está llena de vivencias mentales que hay que vivirlas, pero no hay nada mejor para vivirlas que poetizándolas al modo en que ella lo hace, es decir, con la intención de dejar constancia de ese atrevimiento descarado en decir la verdad más aplastante sin ningún tipo de rubor o temor, hecho que se valora en los grandes héroes y heroínas, en este caso heroína de la poesía que expresa su verdad, la verdad de Pilar Sanabria Cañete. Que no venga a mí tu reino vuelve a confirmarnos la clase de poeta única y singular que es nuestra compañera de versos.










Les dejo con uno de los poemas.










LA VIUDA










Soy la viuda de tus tacones. Te lloro a la alta velocidad,





maldiciendo a mis dioses subterráneos, malnombrando la





terminal enfermedad de tantas negaciones.





Mi Mare Nostrum en tu cintura, ¿recuerdas? Morían las





latas de cerveza bajo tus vértebras estalactitas, moría a





chorros tu mingitorio de maquillaje, la patrulla de mis





manos hacia la ronda por tu pubis y es que eras la





amenaza permanente a pesar del dominical auspicio de tu





risa.





Soy la viuda de tu lengua, por ti enhebré una mística de





incomunicación, por ti zozobró mi saliva en el fantasma de





tu inquietud, por ti mi incertidumbre sigue recien nacida





en el umbilical vestigio de tu carnal espuma amniótica.





Soy la viuda de tus ablaciones por ser la víctima de tus





vaqueros censurados, por repudiarme con tus tumbos





multimedia. Soy una viuda de lágrimas analfabetas, la





oscurantista vacación para tu muerte.

lunes, 6 de junio de 2011

LEJANA Y SOLA, de la revista literaria ASTRO





El Aula de Cultura Astro acaba de publicar en estos días un nuevo número de la revista literaria ASTRO con el título de LEJANA Y SOLA, coordinado por Alfredo Jurado, poeta y miembro fundador de la mencionada revista. Se trata de un monográfico sobre el tema de Córdoba en el que participan 32 poetas, 8 pintores y 2 fotógrfos. Es una edición patrocinada por la Capitalidad Cultural, Córdoba 2016, y por el Excmo. Ayuntamiento de Córdoba. Y que ha sido entregada a la Comisión del Jurado evaluador como un documento más con la finalidad de obtener el tan importante evento de ser Ciudad Europea de la Cultura 2016. EL prólogo ha corrido a cargo de Luis Enrique Sánchez



Los poetas, pintores y fotógrafos no hacen sino expresar con su arte una forma de ver esta ciudad milenaria desde la mirada personal de estos artistas que consiguen darnos una variedad singular y llena de belleza sobre Córdoba. La revista en sí misma ha quedado espléndida, igual que una obra de arte que merece tener y conservar.



Es importante mencionar a cada uno de ellos para hacer justicia de su importante colaboración. Por parte de los poetas participan: Pablo García Baena, Juan Bernier, Concha Lagos, Rocío Moragas, José de Miguel, Juana Castro, Francisco Carrasco, Manuel de César, Lola Salinas, Mercedes Castro, Fernando Serrano, Fernando de Villena, Rafael Inglada, Alfredo Jurado, Antonio Varo Baena, Encarna García Higuera, Soledad Zurera, Pilar Sanabria, Fernando Sánchez Mayo, Antonio Flores, Manuel Sanchiz, Alberto Díaz-Villaseñor, Heliodoro Díaz-Villaseñor Cabrera, Mertxe Manso, Diego Martínez Torrón, José María Molina Caballero, Mariluz Escuín, Alberta de la Poza, Bartolomé Delgado, Balbina Prior, Francisco Alemán y Luis de Góngora.



Entre los pintores participantes se encuentran: Antonio Bujalance, Pepe Morales, Emilio Serrano, Rita Rutkowsky, Teresa García López, Desiderio Delgado, José María Córdoba e Inmaculada Montero.



Y entre los fotógrafos participantes están Manuel Ángel Jiménez y Miguel Ángel Entrenas.





miércoles, 1 de junio de 2011

La mansedumbre del tiempo, de Bartolomé Delgado Cerrillo



Bartolomé Delgado Cerrillo ha publicado en la editorial depapel el libro de poemas titulado La mansedumbre del tiempo. Al poemario le acompañan unas magníficas ilustraciones de Miguel Carlos Clementson Lope. Como el mismo autor dice en su introducción “Escribir poesía es como ponernos en comunicación con un ayer del que habíamos quedado aislados e ignorantes. La mansedumbre del tiempo es, ante todo, un ejercicio de sinceridad, basado en un proceso de interiorización anímica que permite, a través de los sentidos y el espíritu, captar confrontar y asimilar o rechazar todo aquello que, fuera del poeta, incide directamente en su proceder y en su pensamiento.”
Más adelante dice: “La creación literaria, en definitiva, no es más que una manifestación natural de este conflicto cognitivo que intenta desentrañar las causas de las cosas.”
Bartolomé Delgado Cerrillo nos contagia en sus poemas de esa mansedumbre del título y nos lleva hacia una evocación interior que nos hace reflexionar sobre las cosas de la vida.
Como muestra he aquí un hermoso poema del libro.

MATERNIDAD

Aquella mañana,
la primavera se clareaba en el aire
como un ovillo de sedalina.
La cálida armonía del sol de mayo
se dejaba sentir como un ungüento solitario
sobre un abismo de muerte suspendida,
dejándome un tributo de amargura
y de dolor entre la orfandad de mis manos.
Todo lo que he vivido junto a ti
ahora son evocaciones,
regueros de vida que se ha ido deslizando
por el zócalo de mi inconsciencia.
Se me va revelando tu aura
con un goteo incesante.
Tu mirada cálida, lejana, estilizada,
contemplaba amaneceres en sintonía
con el verde de los árboles,
acariciando la sutil fugacidad
del horizonte o haciendo tiernos arrumacos
con el dorado crujir de la hojarasca.
Hay algo en ti, madre,
como de primavera contenida,
como si la cuchilla del tiempo
se hubiera detenido en seco
sobre la cutícula de nuestra existencia.