miércoles, 23 de octubre de 2013

Entrevista a Alfredo Taján


FSM.- Alfredo, ¿qué tal tu estancia en Córdoba como invitado al encuentro de Poetas del Mundo en esta emblemática ciudad andaluza?

AT.-Fantástica ciudad y buena organización, qué más se puede pedir. Espero siga manteniéndose esta iniciativa; también espero que podamos llegar a un hermanamiento con el Instituto Municipal del Libro de Málaga, que, cómo sabes, dirijo desde 2004, el próximo año cumplimos, por tanto, diez años, de su fundación.

FSM.-  Cultivas no solo la poesía sino también la narrativa. Supongo que cada género tiene sus exigencias, ¿qué te aporta trabajar en cada uno de ellos?

AT.-La poesía es filosofía bien escrita, la dictan los ángeles y/o los demonios, lo que nada influye en su calidad, en su profundidad, en su carácter polisémico, la convierten casi en una religión negra o blanca. Escribo muy pocos versos. Me gustaría que mis versos permanecieran inscritos en letras de oro, mi nueva usura poética aspira a tutearse, ahí es nada, con Ezra Pound, Wallace Stevens, Borges, Luis Cernuda, Octavio Paz, Lezama Lima o Severo Sarduy, palabras mayores. En cuanto a la novela, me ha ofrecido y ofrece un campo ilimitado de expansión. He leído a los mejores novelistas, precisamente mis novelas son una mixtura, un homenaje, a autores disímiles, desde Scott Fitzgerald, Evelyn Waugh, Paul Bowles, Ronald Firbank o Graham Greene, a Valle-Inclán, Alejo Carpentier o Bioy Casares. De los contemporáneos me interesan John Banville, Ian Mac Ewan y Patrick Modiano.  
FSM.- ¿Cómo, por qué, cuándo comenzó en ti la relación con la escritura?

AT.-Con catorce años. Escribí una novela sobre el fin de la II Guerra Mundial en Alemania, los últimos días de Hitler. Se debió traspapelar porque años después leí “En busca de Klingsor” de Volpi, y trataba el mismo tema, casi con las mismas obsesiones, en busca del holocausto nuclear.

FSM.- La poesía y la narrativa vienen del mismo remoto lugar, o cada género viene de un venero distinto.

AT.-Del mismo lugar, no creo, provienen de distintos lugares, remotos o cercanos, da igual, pero nacen de pulsiones diferentes.

FSM.- En 1983 publicaste el libro de poemas Golpe de Estado en Mombasa. Y luego vinieron otros interesantes libros de poemas. ¿Qué te ha enseñado escribir poesía?

AT.-Golpe de Estado en Mombassa fue mi primer libro de poemas, publicado por Miguel Romero Esteo, allá por 1983, hace ya treinta años. Mombassa era la capital de Kenia, antes que Nairobi, siempre me han gustado esos mundos lejanos, lleno de interrogantes. Se trata de una suerte de canciones posmodernas, con dos ilustraciones inquietantes: un pavo plumífero a tinta china de Rafael Pérez Estrada, y una reconstrucción –un grabado- del asesinato de Cook en la Polinesia, tirado en Londres en 1781. Este librito, excéntrico, ha tenido vida después de la muerte: primero, los poemas se convirtieron en las letras de mi grupo de pop “Generaciòn Mishima”, después, ha sido reiteradamente citado como un ejemplo de poesía radical chic.

FSM.- ¿A qué poetas has admirado o admiras? ¿Han influido en tu manera de escribir?

AT.-A muchos, aunque he contestado antes a esta pregunta. De los clásicos añadiría a Góngora y, cómo no, a Shakespeare, de los últimos españoles a José Luis Rey.

FSM.- ¿Crees que la poesía cumple o puede o debe cumplir una misión en nuestro tiempo?

AT.-Misión Imposible.

FSM.- ¿Podrías atreverte a dar una definición de qué es poesía?

AT.-Liturgia religiosa, lucidez extrema, amoralidad y buen gusto.

FSM.-  Tanto en la poesía como en la narrativa has cosechado importantes premios. Por mencionar algunos están el Premio Juan March, Premio Café Gijón, Premio Ciudad de Salamanca. ¿Estos reconocimientos de qué manera ayudan al escritor?

AT.-Claro que le ayudan, sobre todo en cuanto a su proyección, y por supuesto, económicamente, ahora que casi han desaparecido los anticipos.

FSM.- De todos tus poemarios publicados, ¿con cuáles te sientes más satisfecho y por qué?

AT.- Con todos y con ninguno. Depende del poema, no del poemario.

FSM.- Y de tus libros de narrativa que tan importantes han sido, ¿qué nos dices? Está El salvaje de Borneo, El pasajero, Continental & Cía,  La Sociedad Trasatlántica, Pez espada… ¿Con cuál o cuáles te sientes más satisfecho?

AT.- Exactamente lo mismo: con todas y con ninguna. Tengo cierta debilidad por “La Sociedad Transatlántica”

FSM.- Veo que desarrollas una gran labor como agente cultural en la Ciudad de Málaga. Eres director del Instituto Municipal del libro, ejerces la crítica literaria, además de dirigir revistas literarias y otras actividades culturales. ¿Qué te aporta todo esto?

AT.-Antes de ser nombrado director del IML de Málaga, trabajé durante muchos años como gestor cultural independiente, comisarié importantes exposiciones como fueron las de Xul Solar, Pettorutti, Jaume Plensa, Candida Höffer, y otros, colaboré con La Fura dels Baus, organicé congresos y ciclos artísticos y literarios para diversas instituciones públicas y fundaciones privadas, en fin siempre he tenido esa vocación, diríamos neurótica, de la organización, del publicismo y de la exposición. No te olvides que he escrito más de un centenar de textos sobre arte e historia, verdaderas obsesiones mías.

FSM..- Muchas gracias por tu tiempo y tu generosa colaboración, y por el poema que nos dejas aquí.
 
 
Naumaquia

                         a Luis Alberto de Cuenca
 
Estanque de aguas agitadas, allí pasaré mi infancia,
estuario de conjuras navales y repúblicas mínimas
con ciudades hostigadas y retiros forzosos.
En ocasiones, atacado por los diversos flancos,
me sentí la flor de los castratis, otras, en cambio,
el bizarro Simbad sin Virginia Mayo.
Mi padre provocaba escasas rebeliones,
mi madre, el estado de ánimo de un hotel invernal,
todo se resolvía, al fin, en contiendas náuticas,
lo alpino fue después: la inmanecía, la mineralogía
y el vagabundo del que me enamoré.
Naumaquia de los mitos, de las giras excéntricas,
caprichos de hijo único que adoraba el abismo
de la historia del mundo. Nunca tuve un invierno
en Mallorca ni falta que me hicieron George Sand
o Merimée.
Lo náutico es sublime si observas, desde lejos,
cómo arden las orillas de tu vida, el oro anaranjado
de las tardes de junio, fragmentos de belleza
de un tiempo ido: el estertor paterno, la casa sola y fría,
tanta fortuna y vanidad, ¿qué le fueron sino lloros?
Naumaquia de horas congeladas, y algo amargas,
sin ayuda de nadie o con papel secante absorbiendo
las noches de tormenta: así empecé a trucar la realidad,
existencia abisal al margen de la vida, un verano invernal,
perfección suiza de las aguas quietas donde el enemigo
se rinde por pereza y el sol sigue brillando hasta el fin
de los tiempos

 

 

jueves, 17 de octubre de 2013

Los nudos del tiempo. Paisaje de la poesía actual cordobesa.

 
Los nudos del tiempo es una antología que nos muestra un Paisaje de la poesía actual cordobesa. Los poetas participantes son siete hombres y siete mujeres. Mercedes Castro, María Luz Escuín, Antonio Flores Herrera, Manuel Gahete Jurado, Rafaela Hames Castillo, Ángela Jiménez, Alfredo Jurado Reyes, Francisco Javier Palomeque, Alberta de la Poza, Esther Rubio, Pilar Sanabria Cañete, Fernando Sánchez Mayo, Manuel Sanchiz Salmoral y Antonio Varo Baena. 
La presentación del libro tuvo lugar en Orive, en estos días de la décima edición de Cosmopoética. El editor de nizam editorial que fue Francisco Javier Palomeque y la coordinadora de la antología, Alberta de la Poza fueron los encargados de presentar el acto. Los propios poetas leyeron sus versos y agradecieron haber sido seleccionados y que este tipo de iniciativas se hagan aquí en Córdoba en un momento tan delicado de la economía española.

martes, 15 de octubre de 2013

Entrevista a José María Álvarez

 
FSM.- José María, estos días hemos podido verle y oirle sus interesantes versos en Cosmopoética, en esta emblemática ciudad de Córdoba. ¿Qué papel cree que tiene o debe tener la poesía en nuestro tiempo?

JMA.- El poeta no tiene un tiempo determinado. Es todos los tiempos. Sin edad histórica, su mundo es otro. Y lo mismo la poesía.

FSM.- ¿Cuándo y cómo nació en usted esta entrega a la escritura?

JMA.- Desde Niño. Pero ya, digamos, sin otras obsesiones mayores que "escribir", desde los dieciséis o diecisiete años.

FSM.- ¿Nos salva de algo escribir poesía? ¿Para qué sirve escribir poesía?

JMA.- No nos salva de nada,- puede que que del aburrimiento o de la horda- ni sirve para nada en el sentido "social" de esa servidumbre. Es una relación con lo Sagrado. Para cada uno tiene "algo" que es excepcional e intransferible.

FSM.- En esta ciudad de Córdoba y de la poesía se está homenajeando a Kavafis, uno de los poetas que usted magistralmente has traducido y que ha ejercido una influencia indudable en otros poetas. ¿Quién, qué representa, qué es o fue Kavafis en la poesía mundial?

JMA.- Kavafis es un gran poeta. Yo he aprendido, y sigo aprendiendo mucho de su obra; como de la de otros. Pero a Kavafis, como sería el caso de Gil de Biedma, o de Gregory Corso, en fin, hasta de Catulo, lo "siento" particularmente cercano.

FSM.-  También ha traducido con éxito a Hölderlin, Robert Louis Stevenson, T.S. Eliot, Villon y Shakespeare. ¿Por qué? ¿Son quizás estos poetas para usted los más importantes? ¿A qué poetas admira?

JMA.- Están entre los que más amo, sin duda. Pero no menos admiro a Homero, a Virgilio, a Dante... a tantos...

FSM.- De su obra poética destaca Museo de cera, ¿qué ha pretendido hacer o transmitir con esta ingente obra?

JMA.- Nada. Recoger en un libro de poemas que han ido viniendo a mí.

FSM.-  Sé que es arriesgado, pero ¿podría darnos una definición de lo que es poesía para usted?

JMA.- No lo sé. Desde luego una necesidad inconcebible. Y una costumbre.

FSM.- No sólo ha cultivado usted el género de la poesía con reconocimientos como el Loewe. También ha escrito narrativa con importantes reconocimientos como el ser finalista del premio Planeta con El manuscrito de Palermo, o el premio La sonrisa vertical con La esclava instruida. ¿Hay diferencias entre uno y otro género a la hora de crear? ¿Dónde se siente más cómodo?

JMA.- Prosa o Poesía -como dentro de la prosa novela o ensayo- depende de que lo pida la idea, el tema. Casi podría decirle que cada tema viene con su instrumento. Yo me encuentro acaso más "cómodo" en la prosa.

FSM.- Es usted uno de los poetas pertenecientes al grupo de Los Novísimos. Me gustaría saber si la conformación de un grupo poético confiere identidad a una manera de escribir o de expresar a todos los componentes o si en realidad es solo una manera de aglutinar a un grupo destacado de poetas para establecer una etapa en la poesía española?

JMA.- Cada uno era, -éramos de su padre y de su madre. No había una estética común. Quizá lo que más nos unía era una voluntad de contar lo que se estaba escribiendo y poner los ojos en otra parte.

FSM.- Para finalizar y no abusar de su tiempo, me gustaría que nos dejara un poema suyo que a usted le guste especialmente y nos diga por qué lo ha elegido. Muchas gracias por su amabilidad.

 

II
LESBIA LUNA



La sala da ballo era tutta oro.


-Giuseppe Tomasi de Lampedusa-



El cielo es de hierro sobre el Neva amarillo.
Tigres densos lo cruzan,   pantanos solitarios
donde se pudren los ahogados.
Los palacios refulgen
como las luces de los coches en las autopistas
al atardecer.      Y este olor
a cine antiguo
(cruje al pisar la sangre de la acomodadora
que yace bajo un palco con las venas cortadas).
 Ah, qué funeral solemne. Esta
respiración de agonizante.
La noche de plata de la memoria.
Las hebras pálidas de esperma que palpitan
en gargantas iluminadas como la aurora.
Un resonar de frío. Ganchos de carnicero. Mas
nada has de temer     Si Lesbia Luna,
si la esmeralda de su alma
ardiendo con las piedras terribles
que salieron del mar si la cortante lluvia
seca de sol si
perfumes espesos
como la muerte.
No. Nada
has de temer
si Lesbia Luna.
¿Oyes su inmenso canto
derramado como un golpe de sal en los ojos?
¿Los vidrios que palpitan
en el hedor del sacrificio?
¿La mano fría y sudorosa de la desesperación?
No. Nada
has de temer.
Los espejos no se han llenado de asesinos,
ni su mirada blanca obscurece la soledad,
ni son verdad esos pájaros mórbidos
que se clavan en las nubes como cristales rotos,
ni el mar de asfalto hirviendo,
pisadas en la arena húmeda. No Nada
has de temer
si Lesbia Luna.
Los silencios atravesados por una noche deslumbrante,
las uñas ¡las uñas!
que rasgan el polvo de tu ropa,
las monedas de oro en las entrañas de los ángeles, las mujeres
que se desnudan tristes en solitarias habitaciones de hoteles miserables,
ese fulgor de trenes muertos,
los golpes en la puerta. Nada
puede hacerte
daño si
Lesbia Luna.
Su veneno cuajado en los diamantes.
Los huesos astillados del crepúsculo.
El opio y su arco iris. El ámbar de la lepra.
La espuma de la angustia.
La sangre coagulada de los locos.
No.
Nada si
Lesbia Luna,
si ella dice Te amo,
ahí
desde esas aguas tristes
donde ponen huevos esas aves que aúllan
en los almacenes del exterminio.




 

jueves, 10 de octubre de 2013

Entrevista a Raquel Lanseros


FSM.- En primer lugar, Raquel, mi más enhorabuena por ese nuevo premio Jaén de poesía. ¿Qué hay detrás de ese novedoso y original título de Las pequeñas espinas son pequeñas?

RL.- Las pequeñas espinas son pequeñas es una reflexión sobre la propia vida, realizada en la mitad del camino, que es el punto vital donde me encuentro. Por sus poemas discurre la nostalgia, el amor, el entusiasmo, la pérdida, la Historia, la amistad y la interiorización de todo ello. Eso sí, la voz poética está presidida por las constantes ganas de vivir.

FSM.- Eres una joven poeta que destaca en el panorama nacional español por tus merecidos poemarios que han conseguido el reconocimiento por parte de importantes jurados. ¿Cómo estás viviendo todo esto?

RL.- Bueno, en realidad soy joven ma non troppo, como dicen los italianos, y eso hace que lo vivencie todo con la misma alegría, pero con más calma y tranquilidad.

FSM.- ¿Cómo te tomas el trabajo poético? ¿Escribes ateniéndote a una disciplina horaria ante el papel en blanco o escribes bajo el éxtasis de la inspiración del momento?

RL.- La inspiración es un fenómeno tan caprichoso e impredecible que nunca obedece a nuestra voluntad. Por ello en el desarrollo de mi trabajo poético conviven ambas posturas.

FSM.- ¿Cómo, cuándo, por qué empezó en ti el amor a la poesía, a la acción de ponerse a escribir poemas?

RL.- La verdad es que no me recuerdo sin escribir. Mis padres dicen que comencé a escribir versos y cuentos a la vez que aprendí a escribir. Aún conservan algunas de aquellas creaciones pueriles a las que obviamente les tienen un gran cariño.

FSM.- ¿Tiene alguna misión el poeta? ¿Para qué sirve la poesía en nuestro tiempo?

RL.- La poesía es una manifestación artística tan inconmensurable e inasible, que no se pliega a criterios convencionales como el utilitarismo. La poesía simplemente es, y seguirá siendo mientras exista una sola persona sobre el mundo. La mayor misión del poeta es, a mi juicio, la honestidad poética.

FSM.- Te he conocido personalmente en Cosmopoética en Córdoba donde has sido invitada y me has deslumbrado con tu manera de expresar la poesía. ¿Qué buscas en la poesía? ¿Qué te da para que se note en ti ese destello luminoso de la trascendencia?

RL.- Muchas gracias por esas palabras tan generosas. Siéndote sincera, yo creo que en la poesía, más que buscar, uno encuentra. Y yo creo encontrar en los versos de tantos poetas a quienes admiro la palabra verdadera, el latido más íntimo de toda la Humanidad.

FSM.- Raquel, en mis entrevistas suelo someter a los entrevistados a que me contesten a una arriesgada pregunta: ¿Cuál sería tu definición de Poesía? No es obligatorio responder.

RL.- Efectivamente, es arriesgado, porque atinar con una definición exacta de poesía es imposible. Por fortuna poesía es un concepto intangible, a la vez que poliédrico. En un verso mío definí la poesía como lo contrario de la muerte. Y es cierto, la poesía es en cierto modo sinónimo de la parte más instintiva y pura de la vida.
 
FSM.- De todos tus poemarios publicados ¿con cuál de ellos sientes una especial predilección y por qué?

RL.-  Le tengo mucho cariño a Diario de un destello, por ejemplo, que se publicó en la Colección Adonáis en 2006, lo cual supuso para mí la realización de un sueño.

FSM.- ¿Qué poetas han influido en tu obra? Y también, ¿qué poetas sueles releer una y otra vez porque los admiras?

RL.- Supongo que, de una forma u otra, todos los poetas que he leído y que admiro han influido sobre mi obra. Me sería imposible mencionar todos los poetas que venero, desde Calderón pasando por Neruda, Bécquer, Lorca, Emily Dickinson, Kavafis, Baudelaire, Poe, Whitman, Tagore, Miguel Hernández, Prévert, Sabines… Son cientos. ¡Ah!, y sin olvidarme de Antonio Machado, por cuya obra y trayectoria vital he sentido siempre una especial debilidad.

FSM.- Raquel muchísimas gracias. Y ya para acabar ¿podrías dejarnos un poema tuyo aquí y decirnos por qué lo has elegido?

RL.- Muchas gracias a ti, Fernando, por tu labor en pro de la difusión de la Literatura.

Os dejo un poema de mi libro Croniria, titulado 2059, que es una distopía, como podéis ver. Lo elijo con la esperanza de que su lectura conjure el cumplimiento de lo que en él se pronostica.

 

       2059



He imaginado siempre el día de mi muerte.
Incluso en la niñez, cuando no existe.
 
Soñaba un fin heroico de planetas en línea.
Cambiar por Rick mi puesto, quedarme en Casablanca
sumergirme en un lago junto a mi amante enfermo
caer como miliciana en una guerra
cuyo idioma no hablo.
Siempre quise una muerte a la altura de la vida.

Dos mil cincuenta y nueve.
Las flores nacen con la mitad de pétalos
ejércitos de zombis ocupan las aceras.
Los viejos somos muchos
somos tantos
que nuestro peso arquea la palabra futuro.
Cuentan que olemos mal, que somos egoístas
que abrazamos
con la presión exacta de un grillete.

Estoy sola en el cuarto.
Tengo ojos sepultados y movimientos lentos
como una tarde fría de domingo.
Dientes muy blancos adornan a estos hombres.
No sonríen ni amenazan: son estatuas.
Aprisionan mis húmeros quebradizos de anciana
      No va a doler, tranquila.
Igual que un animal acorralado
muerdo el aire, me opongo, forcejeo,
grito mil veces el nombre de mi madre.
Mi resistencia choca contra un silencio higiénico.
Hay excesiva luz y una jeringa llena.

Tenéis suerte, -mi extenuación aúlla-,
si estuviera mi madre
jamás permitiría que me hicierais esto.

 
   RAQUEL LANSEROS

 

domingo, 6 de octubre de 2013

Entrevista a Elsa López

 
FSM.-  Elsa, aquí en Córdoba se te conoce muy bien como poeta y se te quiere mucho, pero también se te conoce porque fuiste durante algunos años la directora de la Fundación Antonio Gala para Jóvenes Creadores, ¿qué aprendiste durante este tiempo?
E. L. Todo lo que un cuerpo está dispuesto a aprender. La experiencia fue muy buena y de aquellos años conservo momentos especiales vividos en el Convento del Corpus con los becados, las visitas de escritores y de amigos, las tertulias con Antonio Gala, las risas, los conciertos. Recuerdos algunos que nunca borraré como la visita de José Hierro y su último recital; la tarde con Pablo garcía Baena en el patio charlando con los residentes, escuchar el 2º movimiento del Quinteto para Cuerdas en Do Mayor de Shubert sentados al lado de la fuente con Nativel Preciado recordando a José Hierro y las lágrimas de Noelia Reverte y… bueno, son momentos que forman parte de nuestra vida ya para siempre.
FSM.- Elsa, cómo y cuándo empezó en ti el amor por la poesía?
E.L.- No tengo una noción exacta del tiempo en que sucedió. Fueron muchos años de escuchar poesía en boca de mi madre que era una gran lectora y de mis tías que me dormían con romances y de una profesora de literatura que nos leía en alto de una forma especial y que me inculcó el leer a los poetas sintiendo sus versos.
FSM.- Desde aquel primer libro de 1973 El viento y las adelfas hasta ahora, ¿qué evolución crees que ha habido en ti o qué has aprendido del arte de la poética, qué te ha enseñado la poesía?
E.L.- A sobrevivir. Soy una superviviente en todos los sentidos y la poesía ha sido una tabla de salvación en todos mis naufragios. He leído sin tregua (leo cada día poesía saltando de un libro a otro, de un autor a otro) y me he rodeado de poetas en la vida real y en la interior. No hay nada retórico en lo que digo. Es real y lo vivo como un sentimiento mío que a nadie puedo explicar. Siento la poesía. La vivo con la misma intensidad con que pueda sentir cualquier otra emoción.
FSM.- Más tarde publicaste Inevitable océano y Penumbra, para llegar a 1987 en que ganas el Premio Internacional de Poesía Ciudad de Melilla con el libro Del amor imperfecto ¿qué supuso este importante reconocimiento en tu trayectoria como poeta?
E.L.- Un paso más para no dejar de hacer lo que me gustaba hacer: escribir. Me dio la certeza de que eso que yo hacía podía transmitirse a otros; los demás podían leerme y entender aquello con parecida intensidad a cómo yo lo intentaba transmitir.
FSM.- Tras este poemario mencionado anteriormente vinieron otros muchísimos espléndidos poemarios como, por citar algunos, La casa Cabrera, La fajana oscura, Cementerio de elefantes, Al final del agua, Tránsito, Margazas, Mar de amores, La pecera, Travesía... Si tuvieras que hacer un ejercicio de selección, ¿con qué poemario o poemarios te quedarías, con cuáles crees que has alcanzado aquello que tú esperabas?
E.L.- Quizá con "Al final del agua" pero tampoco estoy convencida de ello. Cada libro tiene uno o dos poemas que son una parte de mi misma y con todos ellos podría reconstruir el mapa de mi cuerpo y lo que en él ha sucedido en esos años. Cada libro es una radiografía de lo que yo era en esos momentos. Los quiero de forma parecida y de cada uno guardo los recuerdos y las vivencias que ellos encierran. No renuncio a ninguno de ellos y si a veces me arrepiento de algunos poemas, al cabo, en cualquier otra ocasión, al recuperarlo en una nueva lectura, me doy cuenta de que hay algo que me reconcilia con él.
FSM. ¿A qué poetas has admirado o admiras y por qué?

E.L.- Admiro a muchos poetas. La lista es enorme pero, sobre todo, me gustan poemas determinados que han marcado mi vida. Cuando me hacen esa pregunta me vienen nombres como Lope de Vega, Juan Ramón Jiménez, Miguel Hernández, Paul Valery, Aragon, Pablo Neruda, León Felipe, Whitman… Decir sus nombres es volver a recordar los versos que van unidos a momentos, lugares, circunstancias, personas.
FSM.- ¿Para qué sirve la poesía?
E.L.- Para crear nuevas formas de entender lo que nos rodea o para intentar explicarlo de otra manera.
FSM.- Elsa, ¿qué crees tú que debe tener un poema para que digamos que estamos ante un gran texto poético?
E.L.- Intensidad, pasión, emoción, vida.
FSM.- No sólo has trabajado la poesía, sino que además has escrito narrativa, estudios antropológicos, biografías, guiones, ¿en qué género literario te sientes más tú o con qué disfrutas más?
E.L.- Con la poesía y, de otra forma, con los artículos de opinión. Me divierten y me descargan. El ensayo me agota mucho psíquicamente. La novela es un puro entretenimiento.
FSM.- Háblanos de tu propia editorial, ese prestigioso sello editorial tan atractivo como es Ediciones La Palma.
E.L.- Es uno de mis hijos preferidos. Me hace feliz ver cómo ha permanecido activa a pesar de los malos momentos. Es pequeña pero fuerte y, además, presume de su independencia. Se ha ganado a pulso un lugar entre las editoriales de poesía y alardea de haber sacado adelante a escritores jóvenes que merecían estar entre los mejores.
FSM.- Para acabar, podrías dejarnos un poema tuyo para los lectores de Paraninfo Poético. Muchas gracias, Elsa, por tu colaboración.
 
 

Recuerdo el amor que me nacía al tiempo de la lluvia.
Recuerdo los baúles y las colchas de hilo,
las flores de lavanda volando por espacios abiertos y felices,
aquella despiadada multitud de grillos debajo de las lápidas,
y tus besos, pan y aceite, detrás de los postigos.

Recuerdo aquellos días cuando tú me besabas
tras las torres caídas del castillo y las olas.
Y recuerdo las noches naufragando tu cuerpo
en aquella penumbra universal del hambre.

Yo entonces era otra.
Pero no he renunciado ni al amor ni a la herida.

 
                                                                       (Del amor imperfecto 1987)

 

 

 

 

sábado, 5 de octubre de 2013

En la décima edición de Cosmopoética de Córdoba se ha publicado una antología de los poetas extranjeros que han desfilado por las distintas ediciones de este consolidado y prestigioso festival de Poesía. Con el título Antología Cosmopoética X Edición. Poetas del mundo en Córdoba fue presentado el libror en la Sala Orive por José Antonio Luque y  en el que leyeron poemas de los principales poetas internacionales venidos entre los años 2004-2013. Pusieron voces a estos poetas Ángela Jimenez, Roberto Loya, María José Martínez y Rafael Carlos Padilla.
Son ya pues diez fructíferos años que Cosmopoética viene desarrollando una importante labor en el marco cultural cordobés, español, europeo y mundial. Hemos de sentirnos orgullosos de que nuestra patria cordobesa a través del Ayuntamiendo de Córdoba y de los responsables que lo organizan y del apoyo incondicional de la ciudad, sigan manteniendo vivo este evento poético que no hace sino prestigiar a Córdoba no solo en España sino también en el mundo.
Felicitémosnos todos por hacer de esta ciudad una inmensa plataforma de la palabra.
A continuación les dejamos con un poema de un poeta Seamus Heaney fallecido recientemente en este año 2013 y que estuvo aquí regalándonos su poética.

Una mirada fría, una puesta completa aunque escondida
bajo el mantillo del pasado otoño, y entonces supe,
por su lisa quietud, que se había arruinado sin remedio,
conviertiendo en mortal sudor un rocío,
que empapaba las cáscaras sin hacerlas brillar.
Yo estaba de rodillas junto al seto, las manos apoyadas
sobre la hierba húmeda, adorador de aquello,
madrugador que indaga con las manos
y acostumbra encontrar huevos calientes. Pero no
este súbito tacto polar como un estigma,
este frío de círculo de piedra amaneciendo
en mi mortificada diestra, prueba innegable
de lo que allí pactó con la materia
hueca en su retraimiento planetario.

                                Seamus Heaney